viernes, 6 de septiembre de 2013

Embalaje y etiquetado de los indicios.


Embalaje y etiquetado de los indicios.

El embalaje son las técnicas de manejo adecuadas y de conservación que se emplean para guardar, inmovilizar y proteger un indicio de acuerdo a la naturaleza del mismo, con el objeto de mantener su integridad para su posterior estudio y análisis.
Cada indicio deberá de embalarse por separado, etiquetándolo con los datos administrativos correspondientes (número de averiguación previa, llamado, características del indicio, clase, fecha y nombre del Perito) y una factura a su destinatario.
He aquí algunas recomendaciones para el embalaje de diferentes tipos de indicios:
1. Armas de fuego. En el caso de pistola, tomar por los bordes del guardamonte o por la cacha si ésta se encuentra estriada, desabastecer y descargar, colóquese en una caja de cartón resistente, de tamaño adecuado, en la cual se harán orificios, por los que se pasarán cordeles, sujetándola por el cañón y la cacha. No se debe levantar con un pañuelo ni insertando algún objeto en el cañón.
2. Armas blancas. Se levantan tomándose de los extremos, colocándose en cajas de cartón o tablas rectangulares, sujetándose con cordeles.
3. Cadáveres. Para el levantamiento deberá haberse cumplido la metodología para cada caso, dependiendo del tipo de muerte que se trate. Se registrará la posición, orientación, situación y detalles que sean importantes mencionar. En caso de homicidio por arma de fuego, o en donde se aprecien maniobras de lucha, defensa o forcejeo por parta del occiso, deberán embolsarse las manos para preservar posibles indicios en lechos ungeales o residuos producidos por detonación de armas.
3.1. Examen externo el cadáver. Para este se tomarán en cuenta los fenómenos cadavéricos que presente, se establezca el crono-tanato-diagnóstico, pero sin dejar de considerar los factores que puedan alterar la presentación y la intensidad de estos signos, como son:
-El lugar donde se encontró el cadáver (abierto o cerrado)
-La temperatura y humedad ambiental del lugar
-La constitución física del individuo (estaba vestido o desnudo)
-La posible causa de muerte.
Una vez trasladado al anfiteatro, deberá desvestirse documentando este proceso fotográficamente. Si el cuerpo presenta lesiones, estas deberán ser descritas en un orden secuencial, indicando:
-El tipo de lesión
-Su localización exacta
-Longitud y medidas
-Forma
-características especiales (color, tipo de bordes, presencia de fibras, olor, etc.)
4. Indicios balísticos. Con pinzas con punta de goma (para evitar rayar o mellar su superficie) y colocando y numerando cada uno por separado en una bolsa de plástico, sobre de papel o caja pequeña de cartón.
5. Documentos. Manejarlos con guantes por las esquinas, sin doblarlo. Si se requiere una búsqueda de huellas dactilares, deberá colocarse en un sobre de papel y enviarlo al Laboratorio de Dactiloscopía para la aplicación de la técnica más apropiada. No rotular este sobre estando el indicio en su interior, pues la tinta puede penetrar hasta él.
6. Elementos filamentosos. Con pinzas con punta de goma, embalar por separado en bolsas de plástico. Cuando se toma muestras de pelo a víctimas o probables responsables, deberán ser arrancados (nunca cortados) tomando como mínimo 20 pelos de cada región (en la cabeza: frontal, temporales, parietales y occipital), que se embalarán separadamente.
7. Piel (raspado de uñas). Deberá de realizarse antes de la toma dactiloscópica y de la prueba de Harrison. Se realiza en ambas manos, raspando el lecho ungeal de cada dedo con la hoja de un bisturí o un clip metálico limpio, colocándose los indicios en sobres de papel o bolsas de plástico por separado.
8. Ropas. Si estas se encuentran empapadas de algún líquido (sangre, gasolina, etc.), deberán dejarse a secar a temperatura ambiente en un lugar cerrado seco y ventilado, colocándose posteriormente en bolsas de papel para su traslado al laboratorio de Química o de Balística. Si presenta un orificio o un desgarro, deberá protegerse el daño doblando la prenda por sus extremos y colocando en medio una hoja seca de papel, para posteriormente embolsarse.
9. Fluidos orgánicos. La toma correrá a cargo del experto en Química, pero cuando el caso lo requiera el Criminalista deber hacerlo empleando pipetas pasteur, jeringas sin aguja o hisopos de algodón, colocándose el indicio en frascos con tapa de plástico o vidrio, bolsas de plástico.
10. Vasos, botellas, frascos y similares. Se deslizará el objeto sobre la palma de la mano, colocando una en la base y otra en la boca. Para su envío al laboratorio, se embalarán sobre bases de cartón rígido sujetándolos con ligas o cordel.

Cadena de custodia.

Es el proceso en el cual se lleva a cabo un control, cuidado y responsabilidad de los indicios, y se refiere a su fuerza o cualidad probatoria, demostrando que el indicio localizado en la escena del crimen es el mismo que se presenta como prueba ante la autoridad judicial. Esta inicia con el Perito en Criminalística, continúa con el Ministerio Público, quien remite el indicio a través de Policía Judicial al laboratorio para su respectivo estudio.

BIBLIOGRAFIA.          
http://www.cienciaforense.cl/csi/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=7

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